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Esta nota aborda la observación de que muchos de los resultados introducidos por Aumann en su primera formulación de 1974 del equilibrio correlacionado no dependen de la finitud de los espacios de acción. El supuesto central garantiza que incluso cuando los jugadores tienen diferentes evaluaciones subjetivas de la probabilidad, hay suficientes eventos sobre los que hay un acuerdo intersubjetivo. Los mismos supuestos garantizan un acuerdo intersubjetivo sobre una familia de eventos mucho más rica. Esto permite generalizar directamente muchos resultados a un continuo de acciones.