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La toma de decisión consiste en elegir entre varias propuestas. Para lograrlo, la organización puede movilizar una I.A., o la pericia de un mánager que, por naturaleza o urgencia, puede dar crédito a su intuición. Esta última se encuentra en la encrucijada de la experiencia, la inteligencia cognitiva y la inteligencia emocional. Curiosamente, aunque los métodos confirmatorios y exploratorios a menudo asocian I.A. e intuición, no movilizan por lo tanto la inteligencia de los superdotados con alto coeficiente de inteligencia. Este artículo colma esta carencia, proponiendo así un nuevo modelo integrador de toma de decisión.