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La política de empleo se caracteriza por una misión que no ha cambiado desde 1967: el retorno de los desempleados al trabajo. No obstante, esta misión se ha visto sacudida por la aparición de políticas de activación, pero también por los cambios en las prácticas de gestión dentro del servicio público de empleo. La misión se ha convertido en un objetivo cuantitativo, modificando la organización del operador público de colocación, la ANPE (Agencia Nacional de Empleo, por sus siglas en francés), que posteriormente pasó a denominarse Pôle Emploi. Para comprender el concepto de «presión para obtener resultados» en el marco de la política de empleo, proponemos examinar más detalladamente el anclaje político y operacional de los dispositivos de cuantificación. Los programas de activación de la protección social solo tienen sentido cuando se estudia cómo se aplica realmente el objetivo de devolver a los beneficiarios de la solidaridad nacional al mercado laboral y con qué futuro. El concepto mismo de activación resulta ser mucho más complejo de comprender y poner en práctica de lo que parece.