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Esta obra aborda la Gran Guerra en la historia de la República Democrática Alemana (RDA) y, más allá, en la historia del mundo comunista emergente. La idea inicial es doble: por un lado, retomar un campo ampliamente descuidado por la historiografía, el de los vínculos entre las experiencias bélicas (en particular en el frente) y la historia del comunismo; por otro, mostrar la ambivalencia y la ambigüedad de una experiencia de las trincheras a la vez fundacional, ya que todos los «padres» de la RDA fueron soldados en las trincheras o casi (Ulbricht, Grotewohl, Pieck, Selbmann...), y a menudo diluida para encajar en el gran relato revolucionario. Aunque muchos de estos jóvenes «nacieron del fuego», las narrativas dominantes en la RDA proporcionan un marco relativamente unificado para la experiencia. Se caracterizan por los siguientes rasgos: crítica de una guerra imperialista y por tanto injusta, minimización de los efectos de la experiencia individual de las trincheras, énfasis en el proceso de conversión revolucionaria y antiimperialista de los soldados, en particular bajo la influencia de la Revolución Rusa, una narrativa desplazada que insiste en la «traición» socialdemócrata de 1914 y, sobre todo, en los años 1917-1920 y las luchas revolucionarias, en particular las luchas espartaquistas, que los marcaron. Esta es la «guerra de los comunistas». Esta construcción permite finalmente dar un sentido colectivo estabilizador a una de las experiencias más duras del siglo XX.