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La renta cognitiva aporta una ventaja competitiva a las empresas, siempre que sepan explotarla de manera óptima. De hecho, les resulta difícil hacerlo debido a su metodología de valoración del conocimiento en la organización. Por un lado, los métodos resultantes de los modelos teóricos son excesivamente generalistas y, por tanto, abstractos. Por otro, las técnicas empíricas de valoración del conocimiento reducen diversas áreas de la renta cognitiva. Por lo tanto, este artículo propone una metodología óptima para explotar la renta cognitiva de las organizaciones basada en un enfoque abductivo. Posibilita un diálogo constante entre la coherencia del modelo teórico y la operatividad de las soluciones empíricas.