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Introducción: la aparición repentina de un accidente cerebrovascular (ACV) en la vida de un padre o una madre puede ser muy perturbadora para la vida de estos, su familia y sus amigos. Contexto: la falta de intervenciones médicas y sociales y de apoyo de los profesionales de la salud para los padres significa que los cuidadores de la familia tienen que brindar la atención. Método: sobre la base del método clínico y el análisis interpretativo fenomenológico, se realizaron ocho entrevistas clínicas en el domicilio de cuatro familiares cuidadores de dos familias diferentes, todos ellos empleados en la unidad de neurología del departamento de medicina interna del hospital militar de Yaundé. Resultados: los cuidadores de la familia viven una experiencia difícil cargada de afectos dolorosos y de agotamiento psicológico a lo largo del proceso de ayuda al padre. Son forzados a una subyugación por alianzas inconscientes a través de la calidad del vínculo con el padre o la madre. El estrechamiento de los vínculos ayuda a evitar el riesgo de colapso psicológico y relacional. Conclusión: es necesario considerar la posibilidad de una intervención psicosocial basada en una buena práctica profesional para apoyar y fortalecer las capacidades de los cuidadores de la familia.