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Resumen: La gobernanza emocional se volvió una dimensión importante durante la COVID-19. Con la llegada de la crisis moderna, el espacio comunitario se convirtió en un campo independiente, las emociones de los residentes se convirtieron en emociones comunes y «nadie debe ser infectado» se convirtió en un objetivo común, y se reflejan las ventajas de la gobernanza emocional basada en redes. En este caso, la «persistencia» y la «perseverancia» de Shanghái se convirtieron en una refinada práctica de gobernanza emocional en el contexto de la política de «dinámica cero». En este artículo, analizaremos la relación dinámica entre poder, espacio y emoción en la práctica de la gobernanza popular en Shanghái en situación de crisis pública y la manera de construir una estructura «individuo-grupo-organización» a través de teorías espacialmente relevantes, utilizando la crisis epidémica como telón de fondo y la etnografía comunitaria.