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Resumen: En este artículo, tratamos de mostrar que, textualmente presentes en su sociología de la religión, y en particular en su religión de la humanidad, las emociones parecen ser configurables en la estructura reflexiva global de Auguste Comte también, e incluso principalmente, como un medio por el cual el orden social puede ser realizado y reproducido. Por tanto, parece posible hablar de una embrionaria o potencial «sociología de las emociones» comtiana. Es cierto que no desarrolló una reflexión directa y autónoma sobre el tema de las emociones, pero ello no impide constatar en la última fase de su vida y de su producción científica, profundamente marcada por la obra Sistema de política positiva, una atención particular a las bases emocionales de la humanidad y de la socialidad.