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Desde 2014, el organismo regional de salud de Nouvelle Aquitaine desarrolla una política regional innovadora destinada a reducir la exposición de las mujeres embarazadas y los niños pequeños (primeros 1000 días) a los disruptores endocrinos y otras sustancias químicas presentes en los ambientes interiores. De hecho, hay cada vez más pruebas que demuestran la relación entre dicha exposición en momentos delicados y la aparición de problemas de salud o enfermedades crónicas. Se están tomando numerosas iniciativas para sensibilizar, informar, formar y educar a todos los profesionales sanitarios y de la primera infancia, con el fin de unificar sus puntos de vista y prácticas. Sólo hay un objetivo: adoptar las buenas prácticas en casa y en todos los lugares de acogida (sobre todo centros de maternidad y guarderías). ¿Cómo? Al recordar a los ciudadanos el «sentido común» para ayudarles a cambiar sus hábitos: ventilar la casa, elegir productos etiquetados, adaptar las cláusulas de los contratos públicos o distribuir herramientas prácticas para ayudar a todos los sectores de la población.