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Introducción: la disponibilidad, calidad y distribución territorial del personal encargado de la atención obstétrica y neonatal, que son fundamentales para reducir la mortalidad materna y neonatal, plantean numerosos problemas. Además, en estudios cualitativos se ha descrito la mala acogida que se da a las mujeres, la violencia durante el parto y el abandono de las mujeres más pobres. Aún no se han explicado las razones de esta conducta. Métodos: por eso hemos realizado una encuesta en Benín y Burkina Faso, «desde» el punto de vista de las parteras sobre su vida, su profesión y sus prácticas obstétricas. Los datos emocionales, sensoriales, lingüísticos y sociales muestran importantes discrepancias entre las propuestas de los programas de salud y las obligaciones socio-afectivas y económicas que experimentan las parteras. Las parteras subrayan la importancia de las relaciones de género en las trayectorias profesionales de estos profesionales. Resultados: las actitudes de las parteras están relacionadas con el hecho de considerar el parto como un trabajo moral y sus comportamientos abusivos corresponden a constantes cambios entre lo que es la competencia técnica médica de la empresa (en relación con la fertilidad) y los juicios de valor en relación con la expresión del dolor, la sexualidad y el deseo. Además, ciertas prácticas violentas se justifican por la urgencia de actuar ante la expulsión del niño. Discusión: mejorar la prestación de cuidados implica tener en cuenta estas formas de justificación y permitir a las parteras desarrollar una reflexividad sobre sus limitaciones socio-afectivas, su relación con la sexualidad y sus razones para actuar.