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Este artículo examina la evolución del consumo de tabaco y vapeadores en Francia en los últimos treinta años, así como los retos que esto plantea para los poderes públicos en materia de prevención y gestión de las consecuencias sociales y sanitarias. Este informe, elaborado a partir de un análisis conjunto de Santé publique France (SpF) y el Observatorio Francés de Drogas y Toxicomanías (OFDT), muestra ante todo un «cambio generacional» en el consumo de tabaco y en las representaciones sociales con respecto al cigarrillo desde mediados de la década de 2010, con una marcada disminución de la iniciación al tabaco entre los adolescentes, que es cada vez menos frecuente y a una edad más tardía, aspecto que constituía uno de los objetivos de los planes nacionales de reducción del tabaquismo introducidos sucesivamente desde 2014. No obstante, el tabaquismo se mantiene bastante estable entre los adultos, predominantemente entre los hombres, y las diferencias entre ambos sexos perduran desde principios de la década de 2000. Además de las diferencias por sexo, las disparidades sociales en el consumo siguen siendo significativas, tanto entre jóvenes como entre adultos. Ahora bien, aunque la prevalencia del tabaquismo ya no va en aumento, sí lo hace la del vapeo, lo que es motivo de preocupación, pues algunas de estas prácticas implican el consumo de nicotina. Esto también presenta el riesgo de una «renormalización» del acto de fumar, una cuestión que preocupa a las autoridades sanitariasfrancesas y de otros países europeos. El análisis concluye que es necesario seguir adaptando el sistema de información estadística y las encuestas cualitativas para permitir un seguimiento epidemiológico eficaz de la situación.