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Tras reflexionar a propósito de las nociones de acoso moral y acoso laboral, presentamos el trabajo terapéutico realizado con veinte pacientes con ayuda de un protocolo de inspiración sistémica. Todos eran víctimas de acoso y presentaban un trastorno por estrés postraumático, según el DSM IV. Desde la autodesignación inicial como «victima de acoso moral», se le pide al paciente elaborar su experiencia particular y explorar los potenciales recursos a su disposición. Mediante una reflexión acompañada en torno a las diferentes posibilidades y la confrontación con un tercero, es posible liberarse de manera progresiva la posición de víctima, y, en la gran mayoría de los casos, la desaparición de la sintomatología postraumática.