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Nombrado en el verano de 1956 para la prefectura de Argel por el gobierno de Guy Mollet en un intento de republicanizar la policía colonial argelina, el alto funcionario Paul Teitgen se convirtió en enero de 1957 en un actor civil central en la Batalla de Argel. Enfrentado a la tortura y a las desapariciones forzosas, este antiguo resistente deportado, torturado por la Gestapo, intenta oponerse a ellas en nombre de sus valores cristianos y republicanos y termina por testificar públicamente sobre los crímenes del ejército francés. Basado principalmente en los archivos de la prefectura de Argel, este artículo relata esta excepcional y dolorosa traición dreyfusiana en una situación de guerra colonial.