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Al final de la Segunda Guerra Mundial, el tribunal de justicia de París, capital de la colaboración y sobre todo del colaboracionismo, juzgó a unas 8000 personas y condenó a dos tercios de ellas a penas de diversa severidad. El artículo expone en primer lugar las características socioprofesionales de la población depurada, la cronología y el alcance de las condenas, así como los motivos alegados contra los condenados. Esta escala refleja las prioridades de los depuradores y de la población y muestra que la colaboración militar y sobre todo la de los auxiliares de los servicios de represión nazis fueron las más severamente castigadas, por delante de la delación, la persecución de los judíos y la colaboración económica.