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La mayoría de los trabajadores de los servicios públicos desempeñan trabajos que implican atender a los usuarios con una intensa dimensión emocional y requieren, por tanto, un alto nivel de inteligencia emocional. Estos empleos cargados de emociones pueden conducir a altos niveles de agotamiento e insatisfacción laboral, lo que afecta directamente al funcionamiento de la organización. El propósito de este estudio es analizar las relaciones entre las diferentes dimensiones de la inteligencia emocional y el síndrome de agotamiento profesional entre los empleados de la administración pública, por un lado, y entre estas diferentes dimensiones y la satisfacción laboral, por otro. A partir de una muestra de 167 empleados de la administración pública estadounidense, los resultados obtenidos mediante el método de modelización de ecuaciones estructurales muestran que la capacidad de controlar las propias emociones está correlacionada de forma significativa y negativa con el síndrome de agotamiento profesional, y que la capacidad de percibir las propias emociones mantiene una correlación significativa y positiva con la satisfacción laboral.