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Los adolescentes y adultos jóvenes que participan en eventos musicales consumen con frecuencia sustancias psicoactivas para mejorar la calidad de las relaciones y las percepciones. Entre estas sustancias, una combinación de LSD y MDMA, tomada con una hora de diferencia, llamada Candy Flip, es conocida desde hace tiempo y goza de buena reputación. Nuestro trabajo explora estas sustancias en combinación y determina los efectos positivos y los riesgos, con el fin de asesorar mejor a los jóvenes consumidores que acuden a los centros asistenciales. Se hace hincapié en el consumo conjunto (alcohol, cannabis, etc.) y en los riesgos asociados al uso de productos nuevos y menos documentados.