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Según la teoría del apego, recibir cuidados de calidad desde el nacimiento, por parte de los padres o sus sustitutos, permite a los niños desarrollar la confianza en sí mismos necesaria para desarrollar sus habilidades cognitivas y sociales. Se han desarrollado métodos para evaluar diferentes estilos de apego: seguro, o inseguro (evitativo, ambivalente/resistente o desorganizado/desorientado). La literatura destaca los factores que influyen en el estilo de apego del tipo de cuidado infantil, incluyendo la organización del entorno de cuidado (designación de un adulto de referencia) y la relación del adulto con el niño y los padres. El estudio se realizó con un grupo de niños que asistían a un jardín de infancia donde no se designaba a un adulto de referencia y que priorizaba el habla y la escucha, comparado con otro grupo que iba a guarderías en las que el adulto nombrado a cargo de un niño respondía a sus peticiones de contacto corporal. La calidad del apego de los niños se evalúa mediante el cuestionario PCV-P, administrado a los maestros de primer año de infantil. Los resultados confirman la hipótesis de que los niños que han acudido al jardín de infancia tienden a mostrar un estilo de apego inseguro con más frecuencia que los niños del grupo de control, probablemente debido a la falta de un referente estable y de contactos físicos. Por lo tanto, este estudio ilustra la importancia de la organización del tipo de cuidado y de la naturaleza del cuidado en la calidad del apego de los niños para con los adultos referentes.