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En los Annales de l’Empire depuis Charlemagne (1753), Voltaire presenta una versión abreviada de la historia de Alemania y de sus relaciones con el papado, destinada precisamente a la instrucción de los jóvenes. Obra de encargo, este manual se conforma con las costumbres pedagógicas del tiempo tales y como se desprenden de un estudio sobre las publicaciones contemporáneas. Lleva hasta su último límite la brevedad y los medios mnemotécnicos. Pero procura también captar la atención del público destinatario al adaptarse a sus intereses y mezclando unos detalles graciosos o sorprendentes con la exposición de los hechos esenciales. Esta relación pedagógica dominada a la perfección no busca únicamente a «alimentar la memoria», suscita, de paso, una reflexión sobre las pasiones de los hombres y sobre las miserias y grandezas de la política.